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La importancia del diagnóstico temprano en cáncer infantil

Expertos del Instituto Nacional de Pediatría destacan la necesidad de capacitación médica para mejorar las tasas de supervivencia


En el marco del Mes de Concientización del Cáncer Infantil, Rocío Cárdenas Cardós, especialista del Servicio de Oncología del Instituto Nacional de Pediatría (INP), subrayó la vital importancia del diagnóstico temprano en pacientes pediátricos con cáncer. Con un promedio del 70% de probabilidad de curación, esta cifra puede variar significativamente según el avance del tumor al momento del diagnóstico.

Cárdenas enfatizó que un elemento clave para mejorar las tasas de supervivencia es la actualización y capacitación del personal médico de primer contacto en la identificación de signos de alarma. Los síntomas más comunes que deben alertar a los profesionales incluyen dolores óseos, fiebre inexplicable, ganglios linfáticos aumentados, y sangrados sin causa aparente.

La leucemia, especialmente la linfoblástica aguda, se presenta como el tipo de cáncer más frecuente en niños, representando el 50% de los casos diagnosticados en el INP, con una mayor incidencia en menores de entre cinco y seis años. En segundo lugar se encuentran los tumores del sistema nervioso central, que a menudo se diagnostican tardíamente, dificultando el tratamiento adecuado.

Cárdenas propuso incluir la oncología como materia obligatoria en los planes de estudio de la licenciatura en medicina, asegurando que todos los médicos generales estén equipados con conocimientos sobre esta patología, considerada un grave problema de salud.

Además, el INP ha implementado diversas acciones para fomentar el diagnóstico temprano y la atención gratuita, mediante la difusión de síntomas de alerta y la capacitación de profesionales de salud en diferentes regiones del país. Esto busca descentralizar la atención y mejorar el acceso a tratamientos.

Septiembre, declarado Mes de Concientización del Cáncer Infantil, es parte de un esfuerzo conjunto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el St. Jude Children's Research Hospital. El objetivo es fortalecer la respuesta de los sistemas de salud ante esta enfermedad, con la meta de alcanzar al menos un 60% de supervivencia en niños, niñas y adolescentes con cáncer para el año 2030.