Expectativas de dolor aumentan la percepción del malestar

Estudio de la UCM demuestra cómo las expectativas influyen en el dolor


Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha revelado que la percepción del dolor se intensifica cuando los pacientes son advertidos de antemano sobre la molestia que van a experimentar. Los investigadores encontraron que, al decirles a los pacientes "vas a sentir dolor" en lugar de "vas a sentir presión", la sensación de incomodidad aumenta, incluso cuando la intensidad de la estimulación es la misma.

En la investigación, publicada en el Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics, los participantes fueron expuestos a videos que les daban instrucciones diseñadas para generar expectativas de dolor o ausencia del mismo. Posteriormente, se aplicó una leve estimulación en el músculo masetero de la mandíbula, utilizando una intensidad apenas por encima del umbral de dolor individual de cada participante. Esta estimulación se realizó en dos condiciones: una mencionando la palabra "dolor" antes de la palpación y otra usando la palabra "presión".

Los hallazgos mostraron un aumento en la dilatación de la pupila desde el momento en que se mencionaba la palabra "dolor", lo que indica un mayor nivel de incomodidad. Además, los participantes evaluaron la incomodidad de manera más intensa cuando se les indicó que sentirían dolor, a pesar de que la estimulación aplicada fue idéntica en ambos casos.


Implicaciones en el manejo del dolor


Laura Jiménez Ortega, investigadora de la Facultad de Odontología de la UCM, explicó que estos resultados pueden ayudar a comprender mejor cómo las expectativas afectan la percepción del dolor. Este conocimiento podría ser útil para desarrollar estrategias más efectivas en el manejo del dolor en entornos clínicos como tratamientos de rehabilitación, odontología o cuidados paliativos.

El estudio también destaca la medición de la dilatación pupilar como una herramienta objetiva para evaluar la percepción del dolor. Las conclusiones del estudio podrían ser aplicables en terapias psicológicas, ajustando las expectativas de los pacientes para mejorar su experiencia con el dolor y su bienestar general, y en diversos tratamientos clínicos.