l ejercicio recuerda los terremotos de 1985 y 2017, pero presenta inconvenientes en la comunicación y evacuación

A las 11:00 horas, se llevó a cabo un simulacro de sismo en la Ciudad de México, que simulaba un terremoto de magnitud 7.5 con epicentro en Acapulco, Guerrero. La alerta sísmica se emitió a través de los altavoces del Centro de Comando, Cómputo, Comunicación y Contacto Ciudadano, y se inició la evacuación de edificios gubernamentales.

Sin embargo, muchos participantes informaron que no recibieron el mensaje de alerta en sus teléfonos celulares o que el sonido llegó mucho después de la señal de evacuación. Se esperaba la participación de 25 mil inmuebles en este ejercicio.

Como parte del simulacro, cinco helicópteros Cóndores sobrevolaron las 16 alcaldías de la capital para desplegar el protocolo de seguridad. El Gobierno de la Ciudad de México también reportó que, a causa del simulacro, la marcha era lenta en todas las líneas del Metrobús.

El cierre de la Alameda y la ocupación de la Plaza de la Solidaridad complicaron las labores de evacuación, lo que dificultó el movimiento de transeúntes y turistas. Pese a esto, varios ciudadanos se unieron al ejercicio, mientras jóvenes brigadistas en primeros auxilios apoyaban a policías y elementos de protección civil en la dirección de la evacuación.

Los guías y representantes de edificios orientaron a los evacuados para que formaran filas según el piso en el que se encontraban, insistiendo en la seriedad del ejercicio. Sin embargo, algunos transeúntes ignoraron el simulacro y continuaron con su camino.

Durante el ejercicio, se reportó que algunos celulares recibieron la alarma en hasta tres ocasiones. Al concluir el simulacro, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, seguido de un aplauso colectivo, recordando la importancia de estar preparados ante desastres naturales.