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Parroquias de Pantelhó y Chenalhó denuncian violencia y desplazamiento forzado en Chiapas

Las parroquias católicas de Pantelhó y Chenalhó, ubicadas en el estado de Chiapas, han emitido una declaración urgente expresando su profunda preocupación por la escalada de violencia en sus municipios. En un comunicado, manifestaron su inquietud por el "violento descontrol" evidenciado en bloqueos, disparos continuos y enfrentamientos que han llevado al desplazamiento forzado de comunidades y la pérdida de vidas inocentes.

Las parroquias destacaron que "las comunidades han perdido la paz cotidiana debido al constante miedo a las detonaciones de armas". Describieron una situación donde los niños y niñas viven atemorizados, incapaces de jugar o salir a trabajar por temor a ser alcanzados por balas perdidas. La declaración subraya el impacto devastador del conflicto en la vida diaria de los habitantes de Pantelhó y Chenalhó.

El documento también critica duramente la respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, acusándolo de minimizar la magnitud de la violencia que afecta a estos municipios. Las parroquias expresaron su frustración por la aparente ineficacia de las autoridades federales, estatales y municipales en la lucha contra el crimen organizado. Cuestionaron la eficacia de la presencia militar y de la Guardia Nacional, sugiriendo que los criminales parecen fortalecerse a pesar de la intervención de las fuerzas de seguridad.

En su llamado a la acción, las parroquias exigieron a los gobiernos de los tres niveles que "respeten y defiendan los derechos económicos, sociales y culturales" de las comunidades afectadas. Solicitaron también la aplicación efectiva del estado de derecho para garantizar la seguridad y la paz en los municipios, así como la atención urgente a las necesidades de las familias desplazadas, como las de Tzanembolom y La Esperanza.

Además, criticaron a quienes se disputan el control territorial mediante el tráfico de drogas, el desalojo forzado de comunidades y la intimidación de los habitantes. Acusaron a algunos servidores públicos de corrupción y complicidad con el crimen organizado, y exigieron el respeto a las autoridades locales elegidas por los pueblos afectados.

Este llamado subraya la creciente preocupación por la crisis de seguridad en Chiapas y la necesidad urgente de una respuesta efectiva para proteger a las comunidades y restaurar la paz en la región.