La pobreza triplica riesgos de trastornos mentales, alerta ONU

Informe sobre salud mental y pobreza


Un nuevo informe de la ONU revela que la pobreza, especialmente la precariedad laboral, triplica las posibilidades de desarrollar trastornos mentales. Olivier De Schutter, relator especial sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos, presentó el estudio "La economía del burnout: pobreza y salud mental" ante la Asamblea General, destacando que la competitividad y el consumo material afectan gravemente la salud mental.

El reporte señala que las personas con ingresos bajos tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir problemas como depresión y ansiedad en comparación con quienes tienen rentas más altas. Con más de 970 millones de personas afectadas por trastornos mentales en todo el mundo, la situación es alarmante. La depresión y la ansiedad son especialmente prevalentes, y el suicidio se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre los jóvenes.


Impacto económico y social


De Schutter enfatiza que los trastornos mentales no solo afectan a los individuos, sino que también generan pérdidas económicas anuales que superan el billón de dólares. Durante el primer año de la pandemia de COVID-19, estos problemas aumentaron un 25%, evidenciando la creciente crisis de salud mental.

El informe sugiere que, en lugar de enfocarse únicamente en aumentar el presupuesto para salud mental, los gobiernos deben abordar las causas subyacentes de esta epidemia. Esto incluye la precarización laboral y el cambio climático, que agravan la inseguridad y el estrés.


Propuestas para un cambio positivo


El relator instó a los gobiernos a implementar "protecciones legales" para garantizar condiciones de trabajo dignas y salarios justos. También propone la creación de una renta básica incondicional y el acceso a espacios verdes, esenciales para mejorar la salud mental y el bienestar de las comunidades.

El informe concluye que la obsesión por el crecimiento económico a cualquier costo ha creado una "economía del agotamiento", perjudicando a millones de personas en situación de pobreza, quienes luchan con una creciente mala salud mental.